Publicado en la Edición N° 87 de la Revista Gente 10
Desde que incursionó en el campo laboral, Marco Castillo comenzó a perfilarse como el defensor de las minorías. Primero lo hizo con los empleados públicos más humildes y menos favorecidos salarialmente.
Cuando en 1984 obtuvo su licenciatura en Derecho, no dudó en ponerse al servicio de las minorías e inició interesantes luchas en materia laboral y civil para defender sus derechos.
Pero fue en 1986, cuando apareció la pandemia del Sida, que comenzó a dar abiertamente la cara en favor de la comunidad gay, marginada y reprimida a consecuencia de los mitos impregnados en la sociedad costarricense.
1. Trayectoria organizativa
Fue también el único abogado en todo el país que se atrevió a presentar ante el Registro Público los documentos para inscribir la Asociación de Lucha contra el Sida y por varios años fue miembro de su junta directiva y su asesor legal.
Desde esta trinchera, el licenciado Castillo desplegó varias luchas por los derechos humanos de la comunidad y el respeto por las orientaciones sexuales.
Cuando nació el Instituto Latinoamericano de Prevención y Educación en Salud (ILPES), también fue el abogado que hizo los trámites de la inscripción.
Desde el ILPES, el licenciado Castillo se convirtió en instructor y facilitador de talleres de sensibilización del personal de los centros penales hacia la homosexualidad y la prevención del Sida.
Además atendía consultas y juicios para gays y lesbianas que sufrieran discriminación y tuvo a su cargo la defensa de derechos de personas Vih o con Sida y minorías sexuales.
Entre 1993 y 1995 dictó innumerables talleres y seminarios sobre cultura gay lésbica, derechos humanos de gays y lesbianas, y atendió a funcionarios y funcionarias de las prisiones brindándoles formación sobre el respeto a la homosexualidad y la atención de portadores de Vih y Sida.
Su condición de profesional no menguó su deseo de servir y de 1889 a 1994 trabajó como voluntario en la línea telefónica “Con Voz”, que brindaba apoyo a la población LGBT.
Los años de 1991 y 1992 fue uno de los fundadores de la celebración “Abril saliendo del silencio”, que durante una semana realizaba actividades en bares y discoteques como recuerdo a las luchas realizadas en contra de la Iglesia Católica y la represión del Estado contra la realización en Costa Rica del II Encuentro Lésbico Feminista Latinoamericano y del Caribe.
Fue en este momento que Asociación de Lucha contra el Sida, Las Entendidas y Las Humanas, y la Comunidad Ecuménica de Fe, los grupos existentes se unieron en torno a celebración y lograron un éxito histórico.
En 1994, participó en el Encuentro Nacional de Comunidades que organizó la Defensoría de los Habitantes de la República. Sus aportes en el grupo sobre discriminación dieron pie a la formación del Grupo Ornitorrinco y veló porque los acuerdos del encuentro.
Gracias a la claridad de este grupo, la Defensora de los Habitantes perdió su homolesbofobia. Sin embargo, no se logró la creación de un Departamento especializado en el tema pues fueron despedidos todas las personas que dirigieron el Encuentro.
En 1995 fue el fundador de la Asociación de Lucha por el Respeto a la Diversidad Sexual (ALUDIS) y en varios períodos su coordinador.
ALUDIS tuvo un papel importante enfrentándose a la homolesfobobia de uno de los principales programas radiales de noticias y en la realización de charlas y proyección de películas de divulgación de temas lesbigays para la comunidad.
También participó en representación de ALUDIS en la comisión que redactó el proyecto de Ley General de Sida.
En 1990 fundó la Asociación Humanista Costarricense y cuatro años después la Asociación Iberoamericana Ético Humanista (ASIBEHU) en 1994. Con la Asociación Humanista Costarricense desarrolló una campaña a favor de la Discoteca Deja Vú que había sido objeto de una redada policial en julio de 1994.
La trayectoria del licenciado Castillo Rojas prosiguió y de 1995 a 1999 asesoró a la Asociación Triángulo Rosa y logró que el Registro Público la inscriba a pesar de las oposiciones de la Registradora y la Jefa de la Sección de Asociaciones que argumentaron que una organización de gays y lesbianas atentaba contra la moral y las buenas costumbres.
En el período de 1998 a 1999 formó parte de su junta directiva fungiendo como presidente.
En 1998 fue un invitado especial del III Congreso de la Asociación Regional Centroamericana de Gays y Lesbianas (ARCEGAL), donde tuvo el papel de anfitrión y corredactor de la declaración final.
Desde el año 2000, el licenciado Castillo es forista del Cinema CARI, participando en los últimos 15 ciclos de cine que ha efectuado esta organización.
2. Trayectoria en los medios de comunicación
En los primeros meses de 1992 apareció en el programa matutino “Nuestro Mundo”, como uno de los primeros activistas, que salieron a conversar públicamente sobre los temas de homosexualidad y Sida.
En 1997, en el programa “Debates” concurrió a enfrentarse con el Director del Hospital Calderón Guardia por el hecho de que en el laboratorio de ese Hospital se negaban a realizar exámenes clínicos a las personas Vih+.
Un año después participó en el programa Debates, en discusión con un sacerdote católico, sobre la posición de la iglesia contra la homosexualidad. El programa tuvo hondas repercusiones porque la iglesia se había opuesto a la realización de una excursión gay lésbica en las playas de Manuel Antonio.
Durante 1998 participó varias veces en el programa “Subterradio” defendiendo posiciones a favor de la organización gay-lésbica y los derechos de las minorías sexuales.
El 12 de julio de 1999, participó en el Noticiero “Repretel” en un debate con un pastor evangélico sobre un contrato de convivencia entre lesbianas que fue hecho público.
En el 2000 discutió, en el mismo noticiario, los resultados de una encuesta que pretendía demostrar que existía un 78 por ciento de homolesbofobia en el país.
En este año, también participó a través del programa “Huella Digital” en la divulgación de la necesidad de encontrar soluciones legales para la unión de parejas gaylésbicas.
3. Trayectoria judicial
En materia judicial, el licenciado Castillo ha tramitado innumerables denuncias y procesos judiciales, así como defensas de gays y lesbianas ante patronos, entes oficiales y los Tribunales de Justicia.
Entre 1990 a 1994, los travestidos tuvieron una fuerte lucha para no ser disturbados en la calle por la policía, ni los vecinos. El asesor legal de este grupo siempre fue el licenciado Castillo, que los acompañó en sus pláticas con la Defensoría de los Habitantes, el Ministerio de Seguridad Pública, la Municipalidad de San José y otras dependencias.
También los defendió en los Tribunales de Justicia cuando eran arbitraria e injustamente detenidos. Como resultado se consiguió una cierta zona de tolerancia extraoficial y que cesaran las detenciones ilegales.
En octubre de 1993, mediante un recurso de amparo ante la Sala Constitucional, logró que se declararan violatorias de los Derechos Humanos las redadas y detenciones por no portar documentos de identidad, principal excusa para la prisión de gays y lesbianas.
En 1998 fue el director jurídico de los juicios contra el arzobispo de San José y un sacerdote de la iglesia católica (Minor Calvo) quienes se pronunciaron públicamente contra la realización de una gira turística llamada “Cumbre Mundial Gay”.
En 1990 desarrolló una campaña en contra del hostigamiento hacia la realización en Costa Rica del II Encuentro Lésbico Feminista Latinoamericano y del Caribe. Se enfrentó al Ministro de Seguridad y al arzobispo de San José.
En 1993 dirigió una campaña contra la Universidad Internacional de las Américas que discriminaba a homosexuales y lesbianas. Presentó un recurso ante el Consejo Superior de Universidades Privadas que resolvió en forma clara y precisa que la orientación sexual no puede ser impedimento para que alguien enseñe o estudie; sin embargo, ante la negativa de ese Órgano de proteger la identidad de los perjudicados no pudo demostrarse la discriminación.
En 1993 presentó un recurso en procura que la Sala Constitucional ordenara a la Caja Costarricense del Seguro Social que se les proporcionar AZT a personas portadora de Vih, pero la Sala lo rechazó.
En 1998 redactó, presentó y ganó un recurso de amparo contra la Caja Costarricense de Seguro Social para que a las personas Vih+ se les proporcionen las medicinas antirretrovirales. El movimiento que organizó esta lucha reunió a personas Vih+, psicólogos, activistas y culminó con el recurso de amparo.
En diciente de este año, un numeroso grupo de personas Vih+ le rindieron un homenaje por sus múltiples trabajos a favor de la comunidad y por el exitoso recurso de amparo.
En su vida como abogado y activista ha presentado infinidad de juicios entre ellos:
a) Contra un patrullero que cometió abuso de autoridad contra un guarda del bar La Avispa.
b) Contra una institución privada que expulsó a un alumno por acusarlo de “comunista” y “homosexual”
c) Contra el Ministro de Seguridad por declarar que no admitiría gays en la Fuerza Pública.
d) Reclamos por violación, violación de domicilio, apedreo a vivienda de parejas lésbicas o agresiones por maridos cuando las descubren.
e) Solicitudes de libertad condicional o de mejores condiciones a privados de libertad Vih+.
f) Juicios por despido de lesbianas por su condición o profesores de segunda enseñanza por ser gays.
g) Distribución de bienes de parejas por el fallecimiento de un miembro.
h) Campañas de desprestigio por la condición gaylésbica.
i) Juicio contra funeraria que cobra más por autopsia cuando descubre que la persona falleció de Hih+.
4. Trayectoria en publicaciones
Desde 1996 el licenciado Castillo colabora con la publicación del Boletín Ético Humanista y escribe artículos sobre la libertad religiosa, la persecución a homosexuales y lesbianas en Latinoamérica y sobre el movimiento feminista.
En ese mismo año dictó una charla en el Congreso Mundial Ético Humanista realizado en México sobre la violación a los Derechos Humanos de gays y lesbianas.
En 1996 publicó “Hostigamiento Sexual” una edición con la Ley contra el Hostigamiento Sexual y con instructivos para su aplicación en empresas y en la educación, donde es el primer autor que enfoca los problemas de discriminación por orientación sexual.
Además ha escrito innumerables artículos sobre la discriminación a gays, lesbianas, enfermos de Sida y Vih+, en revistas y periódicos como: “Confidencial”, “Iconoclasta”, “Primicias” y “Gente 10”. En esta última publicación, que es la única de las cuatro que existe actualmente, mantiene una sección permanente sobre discriminación.
